ASTRO ÍGNEO.

Dicen que las grandes Historias comienzan siempre con detalles pequeños; por supuesto, teniendo al gran astro frente a mi y con su "Vaivén" fulgoroso era más que un encuadre perfecto. Llamó mi atención aquel pigmento cobrizo del cielo, pintado por aquel Astro Ígneo, enardecido e inmenso. Tras un momento en calma y capturando el momento, respirando pausadamente y admirando perplejo; aquella volátil ave posando de frente al cielo y cautivando mi alma con impetú misterio.

Aquel bello cielo que me engaño con detalles inmensos, dejando a un lado los detalles perfectos. Proseguí a escoltar aquella ave para poder hacer alguna instantánea con ella, revelandome un trágico evento. Revoloteaba acongojaba sobre mi cabeza, como si trataba de gritarme de tristeza; al poco tiempo desvió su revoloteo donde ya se hacía su compañera sucumbida y muerta. Pareciera que intentaba darle su último adios antes del crepúsculo, encaminando su escencia. Paulatinamente retrocedía y observando muy inquieta, en un "Santiamén" se hecho a revolotear y a deslizarse por los aires encima de la Mar.

Dejándome una triste historia que contar, pero enseñándome que lo rutinario y lo monumental es fácil de mirar, pero que lo diminuto e insignificante es más elemental de recordar.

Por que esos detalles te hacen crecer, admirar y contemplar.

Locación de Fotografía:

Puerto de la Libertad.