CREPÚSCULO EMPÍREO.

Al final del día llega a mi subconsciente un leve pensamiento, convertido en un vago sueño; pero al abrir mis ojos perturbados por los rayos fulgurosos del sol, descubro que la irrealidad de mi visión es más que un Deja vú de la realidad misma perturbada por el descanso de mi Alma. Nuevamente llegando la noche oscura, las emociones se ocultan tras un disfraz que va más allá de la irrealidad y la realidad. Sentimientos ocultos que son tan obvios, divagando con los ojos abiertos. En algunos casos viviendo dormidos, y en otros soñando despiertos; esperando que llegue su momento y poder salir del profundo sueño en que se encuentra inerte tu Alma.

Mientras tanto aguardo un momento, me quedo tranquilo descubriendo el secreto. Descansando mi Alma, viviendo el recuerdo, de aquellos apacibles y afables momentos; donde el cuerpo se vuelve cárcel de esos recuerdos y no deja más que huellas de nostalgias de vidas pasadas.

Donde el sueño es una realidad y la realidad no es más que un sueño.